Desde la mirada del liderazgo contemporáneo se pone énfasis en contemplar a la persona como un todo en el ámbito laboral. Incluyendo su emocionalidad, cuestión que antes se nos pedía quedara colgada en el perchero de la entrada.
Es asi, nosotros vamos con todo nuestro ser, incluso al lugar de trabajo, y es muy importante que el líder lo considere para contener, desarrollar, motivar y acompañar a la persona.
Pero, que pasa cuando este tema se mal entiende y la empresa se convierte en un campo de batalla de juicios, chismes, amigos y enemigos, y la subjetividad es la que manda, con un “radiopasillo de lleva y traiga” dónde tiene el protagonismo el que mas opina, aún sin conocer a cabalidad como son las cosas. En estos ambientes el conocer a la persona no cumple el objetivo de acompañarla y desarrollarla sino todo lo contrario, sirve para juzgarla, opinar de ella y en el camino encontrar aliados para mi punto de vista y para destruir al otro y su mirada. En suma, trabajar en un clima laboral tóxico.
A veces se cae en esto, sin entender mucho el porque. Pero, como se sale de esto?
- Fomentando el respeto como un valor básico, reforzado por acciones concretas que lo consoliden.
- Creando canales de comunicación variados, de manera que todas las personas de la organización puedan expresarse.
- Teniendo un área de gestión humana consolidada, que respete la confidencialidad de los temas tratados.
- Formando líderes contemporáneos, que guíen en vez de dirigir. Líderes confiados en sus propias habilidades y que no se sientan amenazados por el desarrollo de sus equipos.
- Realizando evaluaciones de desempeño donde el foco sea la mejora de la tarea y no el juicio hacia la persona, sus ideas u opiniones.
- En suma trabajar por una cultura organizacional fuerte, con valores sólidos, y donde sea tan importante el logro los resultados económicos, como el crear y sostener un ambiente de relaciones y vínculos sanos.
Me encantaría conocer tu opinión.
