Siempre siempre, estamos comunicando

SIEMPRE ESTAMOS COMUNICANDO. Esto parece obvio, pero… ¿Siempre lo tenemos presente? COMUNICAMOS A TRAVES DE NUESTRO LENGUAJE, PERO SOBRE TODO LO HACEMOS A TRAVES DE NUESTRAS EMOCIONES Y NUESTRA CORPORALIDAD. ¿Esto lo sabías? ¿Y qué tanto lo aplicas en tu vida diaria? Imagina este ejemplo: Tienes una reunión muy importante, dónde te tienen que aprobar un proyecto. Te sabes la presentación de memoria, pero llega el momento, te pones nerviosa y te olvidas de la mitad de las cosas. Además, has empezado a mover los brazos sin sentido, y cuanto más lo notas, más entras en pánico. Lo que te pasó no tiene nada que ver con que tu proyecto es bueno o malo. La comunicación no “jugó a tu favor”. Y sabes lo lindo de esto, que tú eres la responsable de que SI “juegue a tu favor”. Preparo la reunión previamente – Armo la presentación, la practico, me grabo y me escucho para detectar muletillas, pero además de eso, – También preparo mi cuerpo, ¿cuál es la postura que me da seguridad? La practico también frente al espejo, varias veces. – También preparo mi emocionalidad ¿Cuál es la emoción necesaria en ese momento? ¿Quizás es la tranquilidad?, y ¿cómo puedo traerla a ese momento? ¿Quizás respirando antes de comenzar?, ¿qué otra acción sería posible para mí? No existe el azar al momento de comunicarnos, si somos conscientes y ponemos en práctica todos estos elementos.