
Cuando entendamos que nuestros pensamientos construyen nuestra realidad, estaremos mas en el aquí y ahora con la atención en ellos.
Los hechos, las situaciones que nos suceden, no son ni buenos ni malos, pero nosotros, automáticamente los catalogamos de esa manera. Nos sucede algo y enseguida nos viene un pensamiento, esto es positivo, esto es terrible.
Pero, a continuación que es lo que sucede?. El pensamiento genera una emoción, y su expresión corporal, y recordemos que es la emoción la que nos lleva a la acción. Y la acción a un resultado.
Pongamos un ejemplo sencillo.
Estoy caminando y me cruzo con un compañero de trabajo. El no me saluda. Yo tengo el pensamiento de que se hizo el que no me vio, y eso me genera enojo. Enojo que quizás hasta lo sienta en la boca del estómago. Que sucederá despues?, es probable que la próxima vez que nos cruzemos sea yo quien no lo salude. Y por lo tanto corto una relación.
Misma situación, pero el pensamiento que me viene es, que distraído que está fulanito, en que andará, quizás le sucede algo, la emoción que se genera en mi es de preocupación por el otro, y es probable que cuando lo vuelva a ver le pregunte si está bien. Y por lo tanto fortalezco una relación.
¿Qué fue lo diferente? ¿La situación? NO, ¿La persona? NO. Mi pensamiento y por lo tanto la emoción que me invadió.
Es sencillo verdad?, sólo es estar atenta a mis pensamientos. Pero, a veces no es tan sencillo. ¿Por qué?
Porque traemos creencias y juicios, de experiencias propias que hemos vivido, de la familia de la cual provenimos, de generaciones anteriores, de nuestro ámbito social y cultural, y todo eso nos va condicionando. Ahora, si yo quiero crearme otra realidad, tengo que comenzar por ser consciente de todo este embrollo, y paso a paso salir de el.
Otro ejemplo: en mi familia una frase muy común era: “El trabajo es sacrificio, obtengo el dinero con el sudor de mi frente”.
Ahora, imagínate que te ofrecen un trabajo con muy buena paga, y como te gusta mucho no sientes que sea un sacrificio, por el contrario, hasta lo disfrutas. Si no eres consciente de la creencia mencionada, hasta quizás lo rechaces, y te escudes en “era demasiado bueno, algo raro habría”.
Parece de locos, verdad?. Pero si no somos conscientes de nuestros pensamientos, creencias y juicios a cada momento, las decisiones que tomamos van a rendirle culto, y de seguro hasta ni nos demos cuenta.
Te invito a que por 5 días, estés atento a tus pensamientos, incluso puedes registrarlos. ¿Qué creencias, juicios empiezas a descubrir?